lunes, 24 de julio de 2017

Ibstage Stars Galas – Gran Teatre del Liceu

Alicia Amatriaín y Martí Fernández Paixà.
Foto: Josep Guindo

Organizada por Leo Sorribes y Elías García, creadores de Ibstage y del futuro Ballet de Catalunya (BNC), el pasado 22 de Julio tuvo lugar una Gala de estrellas reuniendo a algunos de los mejores bailarines de las más importantes compañías europeas y alguna americana e incluyendo dos futuras bailarinas ya seleccionadas con contrato de aprendices para formar parte de la nueva compañía: Alexandra Urcía y Rossana Morelli. Alicia Amatriaín, Martí Fernández Paixà y Gonzalo García fueron las tres estrellas españolas del impresionante elenco.

Carolina Masjuan

Como entremés «delicatessen» a la edición 2017 de Ibstage que tras las tres semanas de cursos, clases y ensayos, finalizará el 1 y 2 de Setiembre con las Galas de estrellas compartiendo escenario con los jóvenes participantes del curso, este mes de Julio se han ofrecido dos funciones de una Gala que nos va a ser muy difícil olvidar, tanto por el altísimo nivel de los bailarines -difícil quedarse con una pareja porque todos eran de una calidad excepcional- como por un programa rico y variado, inteligentemente diseñado para complacer al público más exigente. 

Lauren Cuthbertson y Vadim Muntagirov.
Foto: Josep Guindo
Un repertorio escogido muy cuidadosamente por el propio Leo Sorribes, para reflejar el estilo al cual aspira el BNC, que incluya clásico, neoclásico y contemporáneo, pero velando porque todos los estilos sean ofrecidos al más alto nivel, tanto en cuanto a la interpretación, como a la selección de los coreógrafos. Por suerte se trata de una dirección a la altura, con mucha experiencia, conocimiento y criterio -que no se engañen los gurús locales que van haciendo declaraciones que no hacen más que ponerles en evidencia- El equipo Ibstage/BNC, son profesionales que saben perfectamente en qué debe consistir y de qué debe disponer una compañía hoy en día: un elenco y un repertorio versátil pero de mucha calidad, para abarcar a cuanto más público mejor.

Abrieron la Gala los queridos y admirados bailarines principales del Royal Ballet, Lauren Cuthberston y Vadim Muntagirov, ambos fieles a Ibstage desde hace ya unas temporadas y por tanto ya conocidos, y queridos, por el público catalán. Empezaron con Sylvia de Sir Frederik Ashton, coreógrafo de referencia de la compañía inglesa y poco visto por aquí. Elegantes y perfectos con un dominio espectacular tanto de la técnica como del estilo, sencillamente nos encantaron.

Lauren, ya en la segunda parte y teniendo como partenaire al espectacular bailarín solista del Royal, Eric Underwood, nos mostró la versatilidad requerida hoy en día en cualquier bailarín de alto nivel que se precie, exigida además por todas y cada una de las compañías clásicas, compañías que son nuestra envidia, digámoslo claro, pero que tenemos la esperanza de que pronto nuestra suerte cambie. ¡Así sea ! Pero no nos desviemos. Lo que Lauren y Eric bailaron fue un fragmento del espectacular ballet Chroma, que Wayne McGregor, coreógrafo residente del Royal, creó para la compañía inglesa hace unos pocos años. Magnífico fragmento de un estilo contemporáneo, vistoso y sumamente exigente que hizo subir la adrenalina entre la audiencia.

Lauren Cuthbertson Y Eric Underwood.
Foto: Josep Guindo

Vadim por su parte nos volvió a entusiasmar en Flammes de Paris. ¡Qué bailarín ! Diga lo que diga, seguro que me repito, porque confieso que siento debilidad por su elegancia, su altísima técnica puesta siempre al servicio del arte, nunca en busca de un exhibicionismo gratuito. Y ahora Vadim bailó con la deliciosa Rebecca Storani, ganadora del premio «On Stage With a Principal Dancer» de la edición 2014 de Ibstage, que le brindó la posibilidad de compartir escena al año siguiente con una estrella y participar en la Gala final en un paso a dos con algún bailarín consagrado. Pues bien ese bailarín fue Vadim y el paso a dos no fue otro que este mismo Flammes de París, pero que ahora bailó ya como bailarina profesional del Ballet Nacional de Portugal. Un placer re-encontrarla y constatar los frutos que ha ido dando Ibstage a lo largo de estos años. Rebecca defendió con mucha solvencia la dificilísima variación de este paso a dos, marcándose unas pirouettes y unos fouettés de vértigo. ¡Adelante muchacha tienes un brillante futuro!

Liudmila Konovalova y Mijhail Sosnovschi.
Foto: Josep Guindo
A la pareja formada por Kristina Saphram y Timur Askerov bailarines principales del Mariinsky y también él ya conocido nuestro, les correspondió el emotivo paso a dos de Romeo y Julieta que ellos bailaron en la versión de Leonid Lavrovsky que es la que tiene en repertorio la prestigiosa compañía de San Petesburgo y que por aquí no conocemos tanto. Una delicia de paso a dos por unos bailarines impresionantes, sumamente compenetrados.

Del Ballet de la Ópera de Viena llegaron Liudmila Konovalova y Mihail Sosnovschi, Bailarina Principal ella y Bailarín Solista él. Su variación del Corsario no fue la típica del paso a tres de Medora, Conrad y Alí, si no la del “Pas d’Esclave” cuando Lankedem vende a la odalisca, Gulnara, con la difícil variación femenina. Virtuosismo y elegancia a raudales por parte de ambos bailarines.

Penumbra, una coreógrafía de corte neoclásico, firmada por Remy Wörtmeyer, emocionó a la audiencia por su belleza y la sublime interpretación que nos ofrecieron los Primeros Bailarines del HET National Ballet, Anna Ol y Semyon Velichko. Una auténtica delicia en una pieza que fue un descubrimiento para todos bajo música de Rachmaninov.

Y ¿quién mejor para bailar Balanchine que dos bailarines del New York City Ballet? El delicioso, virtuoso y clásico paso a dos, ideal además para una Gala, Tchaikovsky Pas de Deux, nos llegó de parte de los principales de la compañía americana, el zaragozano Gonzalo García y la encantadora Ashley Bouder. Se trató de la versión con estilo renovado por el NYCB, una delicia que degustamos con sumo placer.

Ashley Bouder y Gonzalo García. Foto: Josep Guindo

El segundo Petipa de la noche fue «Carnaval de Venecia» no tan conocido y en cambio muy bonito, sobretodo bailado por unos sensacionales bailarines como Viktorina Kapitonova, Primera Bailarina del Ballet de Zurich y Dinu Tamazlacaru también Primer bailarín pero del Ballet de la Ópera de Berlín. Ambos espectaculares, tanto de técnica como de presencia escénica. Como anécdota contar que Viktorina ha sido mamá recientemente y viaja con su marido y su pequeño y precioso bebé al que aún está alimentando. Nuestra total admiración y respeto.

Rebecca Storani y Vadim Muntagirov.
Foto: Josep Guindo
Uno de los momento álgidos de la noche llegó con «Lightness in Spirit» estreno mundial, creado especialmente para esta Gala de Ibstage por la bailarina Solista del Ballet de Stuttgart, Katarzyna Kozielska e interpretado por la indiscutible estrella de la compañía alemana, la vasca, Bailarina Principal, Alicia Amatriaín, acompañada por el joven bailarín de Reus, Martí Fernández Paixà, Bailarín Solista en Stuttgart. Espectacular trabajo el de esta coreógrafa que en los cuerpos y con el arte de los dos bailarines españoles, tuvo su mejor encarnación. La música de Bill Evans “Peace Piece”  sirvió de marco para que ambos bailarines nos permitieran apreciar la belleza de su movimiento en un lenguaje rico, con momentos sublimes. Gran ovación prueba de que el público supo apreciarlo.

Y el fin de fiesta vino dado por el tercer Petipa de la noche y paso a dos que no falla como colofón de Gala: Don Quijote. Pero éste fue un Paso a dos con sorpresa ya que incluyó dos variaciones para bailarina, del mismo ballet, incluidas aquí para presentarnos a Alexandra Urcía y Rossana Morelli como futuras integrantes del BNC Ballet con un contrato de “aprendices” en la compañía cuyos cimientos se van construyendo estos meses. El paso a dos propiamente dicho fue bailado con gran virtuosismo por Saryal Afanasev y Anastasia Limenko ambos Bailarines Principales del Stanislavsky Ballet. Los seguros portés de él junto con los equilibrios de ella, sus giros rápidos y la solidez de sus puntas clausuraron una Gala que todos vivimos son entusiasmo y emoción.

Viktorina Kapitonova y Dinu Tamazlacaru.
Foto: Josep Guindo

¿Cómo lo consiguen? ¿Cuál es el secreto de su poder de convocatoria? ¿Cómo estos artistas de tan alto nivel, no dudan en hacer importantes sacrificios cuando les llaman Leo y Elías? Misterios por resolver, pero en todo caso nosotros encantados de que una y otra vez, nos vayan ofreciendo estas exquisiteces para nuestros paladares cada vez más exigentes. Sin olvidar que además las Galas se pueden seguir en streaming en directo y de forma gratuita desde cualquier rincón gracias al gran trabajo realizado por Carmen Tanaka y María Urcia. A destacar que en esta ocasión el Balanchine Trust ha hecho una excepción y ha concedido a Ibstage los permisos para la difusión, algo que ya está también garantizado para la retransmisión de las Galas de Septiembre para Stripes and Star, incluida en el programa.

Anna Ol y Semyon Velichko. Foto: Josep Guindo
Y no hay que olvidar a la “otra mitad” de Ibstage, Xiomara Reyes y Rinat Imaev, que en esta ocasión no pudieron estar presentes por estar dirigiendo la Summer School de la Washington Ballet School de la cual Xiomara es la directora y sin olvidar tampoco el gran trabajo de producción liderado por el que fue bailarín de la compañía del Gran Teatre del Liceu (sí hay tradición en Cataluña y está muy activa aún) Xavier Bagá, vinculado a Ibstage desde su inicio en Barcelona. 

Todo el protagonismo fue dado a los artistas participantes. Nadie de la organización salió a saludar puesto que no toda la dirección estaba presente. Un detalle no menos importante que da una idea del espíritu de equipo que existe y que se refleja en la “marca” Ibstage. ¡Chapeau!

Alicia y Martí, habían llegado tarde la noche anterior y les recogían a las cuatro de la madrugada del día siguiente porque según nos comentó la propia Alicia, tenían que estar pronto en el teatro ya que Martí sería Mercutio y ella Julieta esa misma tarde. Pero la satisfacción de bailar en casa, de hacerlo en el Liceu y en una Gala organizada por Leo Sorribes y Elías García, unos nombres que cada vez tiene más peso en el panorama internacional, bien valía el sacrificio. Les habíamos entrevistado un poco antes de la Gala (entrevista aquí) y tanto ellos como nosotros estábamos ansiosos de que llegara el momento de verles bailar en Barcelona. Nuestro deseo es también volver a Stuttgart para esta vez disfrutar de ambos en escena, en su teatro y en un ballet completo. Un Oneguin por ejemplo no estaría nada mal… ¡ojala!

Saryal Afanasef y Anastasia Limenko. Foto Josep Guindo
Por otro lado ahora nos espera Ibstage, disfrutar de clases con algunos de los mejores profesores del mundo, observar el talento de jóvenes llenos de ilusión, llegados también de todos los rincones del planeta y disfrutar de dos Galas, esta vez en el emblemático Teatre Grec de Barcelona que ya están anunciadas y prometen emocionar y entusiamar a partes iguales, consulten programa y fechas y reserven localidades aquíBailarina catalana invitada en esta edición: Alba Nadal, la bailarina de Sant Fruitós del Bages que es rara avis en el reino de Bournonville, donde casi todo el elenco está formado por bailarines daneses procedentes de la prestigiosa escuela de Copenhague. Sepan más sobre ella y su participación aquí


Y no menos importante, ir siguiendo la evolución del BNC, el Ballet que Catalunya por fin parece que va a tener. A pesar del como siempre poco apoyo de un sector de la profesión, incomprensible si no es por la triste envidia que consume a unos y la incapacidad de saber valorar lo bueno -o el miedo a reconocerlo- que embarga a otros, esta vez tiene que salir. Hay también otro sector del mundo del ballet en Barcelona que sí está por la labor y que realiza una importantísima tarea de apoyo y divulgación. Escuelas que reconocen lo que aportaría disponer de una compañía de la mano de unos directores abiertos a la participación de todos, que actuan con transparencia y que se implican en la sociedad catalana. Ya nos falló un buen proyecto, ya dejamos morir alguna iniciativa que con mucho esfuerzo se mantenía viva, que ahora no suceda lo mismo una vez más. No nos lo podemos permitir.

Kristina Saphram y Timur Askerov. Foto: Josep Guindo




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